Autódromo «Ciudad de 9 de Julio»

autodromo4Hace 45 años, los nuevejulienses cumplían un sueño
Mañana, 26 de julio, se cumplirá el 45º aniversario de la inauguración del Autódromo «Ciudad de 9 de Julio». El sueño de un grupo de vecinos, que recogieron la inquietud de otros miles de nuevejulienses entusiastas del deporte motor, se vio hecho realidad.
La historia comenzó a trazarse en 1967, cuando un grupo de vecinos se reunieron en la sede del Club Once Tigres, ocasión para la que también fueron convocadas las fuerzas vivas. El motivo de esa reunión fue, precisamente, dialogar sobre la posibilidad de construir un autódromo. En ese momento se conocía que, en el plan de gobierno de la provincia, se proyectaba la construcción de cinco autódromos regionales, para sacar las carreras de turismo de carretera de la ruta libre.
Los vecinos que habían participado en la reunión, no tardaron en dirigirse al intendente municipal de entonces, ingeniero Carlos Cappelletti, para hacerle partícipe de la idea.
Quienes tenía a cargo la parte técnica efectuaron estudios previos en los autódromos de Alta Gracia, San Juan y Balcarce, los dos últimos en construcción.
Entre las muchas anécdotas que se vinculan con el tema, cabe citarse una que permite advertir el ímpetu y la energía con se trabajaba: Marcos Marenco, empresario del cine local, en colaboración con Carlos Macchione y Angel Cingolani, obtenían películas donde aparecían escenas de autódromos importantes pertenecientes a otras ciudades del mundo. De esa manera, por medio de la proyección de las mismas podían observarse las características de esos circuitos.
En junio de 1967 fue concluído el relevamiento topográficos de las tierra. En ese mismo mes, el intendente Cappelletti, merced de entrevistarse con el gobierno provincial, obtuvo el traslado de las tierras del Autódromo al dominio municipal. «Retrotráese en cabeza de su anterior titular la Municipalidad  de 9de Julio el dominio de los  inmuebles designados catastralmente  Circunscripción  XV;  Sección  C;   Chacras  281, 285;   286  y parcelas rurales 2ª y 3ª de la Chacra 198 del Plano Nº  ‘77-64-57’ y Circunscripción XV;  Sección C, Chacra  282,  Parcela 2 del  plano Nº  ‘77- 19 65’ ambos del Partido de 9 de Julio», versaba el artículo 1º de esa legislación.

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LA COLOCACION DE LA PIEDRA FUNDAMENTAL

En octubre de 1967, coincidiendo con la celebración del 107º aniversario de la fundación de de 9 de Julio, la Comisión Ejecutiva Pro-Autodromo, resolvió la colocación de la piedra fundamental, para dar inicio a las obras de construcción en el predio. Para entonces, la Comisión ya poseía su sede, en la esquina de Salta y Libertad, cuya atención era brindada, diariamente, entre las 15 y las 19 horas, para la recepción de “sugerencias y  la venta de los bonos contribución”.
“El  Autodromo   Municipal –dijo el intendente municipal, Carlos Cappe- lletti en ocasión de la colocación de la piedra fundamental del Autódromo- es otra  obra de envergadura  que pone de manifiesto el positivismo de la colaboración pueblo-gobierno.  Es esta una obra de audaces una obra de hombres que tienen fe, de hombre que no se amilanan ante los obstáculo;  es obra de quienes aman el progreso y saben brindarse por su ciudad.  Muchas, pero muchas generaciones quedarán agradecidas a quienes les dieron la  oportunidad de lograr algo maravilloso a expensas de un esfuerzo titánico”.

EL DESARROLLO DE LAS OBRAS

A comienzos de 1968 las tareas iniciales marchaban a buen rítmo. En su edición del 20 de febrero de 1968, «EL 9 DE JULIO» explicaba que “aún  cuando sólo se trata de tareas iniciales, directivos y amigos de la comisión  Pro Autodromo de 9 de Julio,  mostraron  el sábado  y domingo una ancha alegría  al ver poner  en  mar- cha las moto niveladoras limpiando de malezas  en lo que será el futuro circuito».

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“Muchos visitantes -prosigue el aludido artículo- llegaron al campo municipal y no quisieron perderse detalles  de estos  primeros pasos dados,  pues significa  el primer hecho concreto en la gran ilusión de poseer un autodromo  de  primera  línea. Ni bien se quitaron  las malezas y el circuito quedó en todo su recorrido a la vista, fueron  muchos  los que lanzaron sus coches a cubrir  el trayecto».
Resultaría imposible trazar una lista con los nombres de quienes prestaron su colaboración. La nómina es grande y está encabezada don Angel Villa, en ese entonces presidente del 9 de Julio Automóvil Club; don Juan Alvarez; el ingeniero Carlos Cappelletti, y don  Marcos Marenco, quien tenía una importante vinculación con los medios de prensa.
No fueron pocos los medios que se pusieron en práctica para la obtención de fondos, desde el lanzamiento del “bono fundador”, o la campaña para la colección de bolsas de cementos. Pero, sin dudas, la iniciativa más recordada fue el festejo del cumpleaños de Juan Manuel Fangio, con una cena; la cual, además de servir de homenaje al piloto permitiría recaudar fondos.
La fiesta, que congregó a cerca de mil comensales, tuvo lugar en el salón del Centro de Empleados de Comercio de 9 de Julio.

LA INAUGURACION. UNA JORNADA HISTORICA

El sueño de un grupo entusiasta de vecinos se vio cumplido el  26 de julio de 1970 con la inauguración del Autódromo de 9 de Julio. Cuatro años de intensa labor había quedado atrás y, la Comisión Ejecutiva Pro-Autodromo había logrado coronar tantas horas de esfuerzo.
Pocos días antes de la inauguración del Autódromo, don Angel Villa manifestaba por Radio Continental: “Ya tenemos la obra soñada, ya el Autodromo es un hecho, ya no tenemos que prometer ni esperar, vale decir, ya lo tenemos y al tenerlo decimos que nos es sólo nuestro, sino de toda la región, ya que cuando comenzamos a diseñar la obra, tuvimos como meta el crecimiento zonal. Hoy, los tuercas, de esta parte del país y de todo el país mismo, tiene en 9 de Julio el gran escenario, hecho con características propias, con lugares seguros para el espectador, y con sitios especiales para la reunión familiar”.

LAS PRIMERAS COMPETENCIAS

La historia del Autódromo “Ciudad de 9 de Julio” se inicia precisamente aquel 26 de julio de 1970, la jornada gloriosa de su inauguración. Pero en los años sucesivos se fueron dando acontecimientos muy importantes para la historia de este circuito, orgullo de la comunidad nuevejuliense.
Después de la primera carrera, realizada el día de la inauguración, en octubre de ese año (1970) se realizó una de Turismo Nacional, anexo J, una categoría importante en ese momento. De esa carrera, la segunda realizada en el Autódromo, solamente pudo realizarse la clasificación, pues debió suspenderse a raíz de una tormenta de tierra.
En 1971, la primera carrera del año fue de turismo zonal, de la Federación 3, y abarcaba desde 9 de Julio hasta Bahía Blanca, con una extensión muy grande. Un año más tarde volvió a realizarse una carrera de sport prototipo, fórmula cuatro, siempre con el premio Super Móvil YPF, que se otorgaba en ese momento.
En la primavera de 1972 el Autódromo “Ciudad de 9 de Julio”  recibió la categoría de Monoposto, Fórmula Cuatro, Fórmula Dos y Fórmula Uno Nacional, el por entonces corrían Di Palma y Bertolini.
El Autódromo se había construido en base al sport prototipo; pero esta categoría dejó de correr hacia 1972; por ello al año siguiente no se efectuó ninguna carrera, ya que recién había comenzado a surgir el TC, pero aún no iban a los circuitos”.
Recién en 1975, merced de una colaboración brindada por el entonces intendente municipal, Jesús A. Blanco, se efectuó un corte de tierra y pudo efectuarse una carrera en la categoría Limitada del 27  que corría «Pirucho» Benito, quien se consagró como campeón argentino.
Entre 1976 y 1977 se comenzó a trabajar en la construcción de los circuitos de tierra, que se encontraban ubicados en el sector donde hoy se halla el predio del Club Hípico. En ese circuito corrían las cafeteras, pertenecientes a Federación Dos, que venían regenteadas por Biasussi, de Lincoln.
Para ese momento comenzaba a surgir la denominada Fórmula Dos Bonaerense, donde comenzó a correr Yoyo Maldonado y en la que intervenían gente de Saladillo, 25 de Mayo de Mayo.
Esta última categoría se corrió hacia finales de 1977, en un circuito formado por el corte de tierra, partiendo en medio del actual sector de boxes y la torre, en el trazado denominado “la viborita”. Utilizando  este corte de tierra, asimismo, en 1977 se trajo el Turismo Roqueperen-se, de Federación Tres. Aquí se empleaba el corte de tierra y parte del pavimento, el curvón y la horquilla.
Para ese momento, el Autódromo demandaba nuevas obras. Sin dudas que la dimensión de los arreglos que se demandaban en ese momento no podían ser acometidos totalmente por la gente de 9 de Julio.

LA PRIMERA CARRERA DE TC Y LOS AÑOS POSTERIORES

A mediados de 1979, el “9 de Julio Automóvil Club” no podía realizar carreras; en consecuencia,  por intermedio de la ACTC, se consigue a través del Club Centro de Empleados de Comercio, la primera carrera de TC. La misma se efectuó en el trazado grande, el 8 de julio, y arrojó como ganador a Esteban Fernandino (hijo). En ese momento, para la realización de esa carrera de TC se le colocó al circuito un regado de asfalto.
La segunda carrera de TC fue organizada por la agrupación denominada “Amigos del Autódromo”. La misma tuvo lugar el 16 de septiembre de 1979 y consagró como campeón a Antonio Aventin, con su Cupé Dodge GTX.
Con el comienzo de la década de 1980 llegaron, también, al Autódromo la categoría del Club Argentino de Pilotos, una monomarca que empleaba Datsun 280 ZX. En el país tanto los Datsun 280 (como los Nissan 300) vivieron su época más gloriosa con la creación del Club Argentino de Pilotos (CAP), una divertida categoría de automovilismo que supo agrupar a pilotos de la época como Cocho López, Silvio Oltra, Daniel Mustafá, Gustavo Der Ohanessian, Ernesto Bessone y Juan María Traverso, quienes entablaron duelos muy recordados.
En los primeros años de la década del ’80 siguieron viniendo al Autódromo de 9 de Julio las categorías zonales; las cafeteras, que corría en ‘la viborita’. En 1982 se formalizó una amistad con la gente del ‘Auto Club Chivilcoy’, porque ellos contaban con miembro de la comisión directiva, también piloto, que tenía contactos con la ACTC. Por intermedio de ellos pudimos realizar algunas carreras de TC hasta 1989.
Como dato interesante, cabe recordar que en ese momento se corría al revés por el miedo que se tenía a los guad raid.
En 1984, durante la intendencia de Abel Alejandro de la Plaza fue otorgada la concesión, por diez años, al “9 de Julio Automóvil Club”. Poco después, entre 1986 y 1987 se efectuó el corte de pavimento, tal como existe en la actualidad, y se corrió el Turismo Nacional. A comienzos de los años ’90 fueron construidas algunas chicanas, que se exigían en los reglamentos.
En la década de 1990, asimismo, fueron realizadas algunas competencias zonales de la CDA. En estas tuvo un excelente desempeño Jorge Beynet, con la marca Citroen.
En 1994, por gestiones realizadas por el intendente Blanco fue organizada una sociedad anónima denominada “9 de Julio Competición”, que tomó a su cargo el Autódromo hasta 2004. Durante esa década fueron construidas otras obras importantes: el puente, el galpón para el parque cerrado, alambrados, las mejoras del sector eléctrico, la remodelación de los boxes.
Después de 2004, con la aparición de Gotram fueron realizadas algunas mejoras de importancia. En el Autódromo se corrió el TC Mouras, el Rió Platense, el Monoposto zonal. Desde el año 2000, también, se corrió el Roqueperense; además, del Top Race, categoría que se ha corrido en varias ocasiones.
Corresponde recordar que el Autódromo está conformado por un circuito rápido, donde una buena velocidad final del impulsor va a marcar diferencias. Para no llegar tan rápido al primer curvón, hay una chicana que esta ubicada a unos 400 mts. de la salida de boxes.
La otra particularidad son los curvones rápidos. Tiene cuatro bien marcados, en los cuales el chasis no debe tener vicios muy bruscos que le hagan perder velocidad en curva. Uno de sus ultimos virajes es la horquilla, donde la aceleracion del motor y la traccion del tren trasero pasan a jugar un papel clave.

EL AUTODROMO, HOY

Después de haber transcurrido un período de transición, el Autódromo «Ciudad de 9 de Julio» volvió a ser de los nueve-julienses, con la concesión a cargo del Auto Moto Club. En la histórica jornada del domingo 5 de julio de 2015 cortaron las cintas las autoridades del Auto Moto Club 9 de Julio, el Intendente Municipal Dr Walter Battistella y el Presidente del Concejo Deliberante Dr. Alberto Capriroli,  en la reapertura  con las competencias del Turismo Promocional. La actividad nacional regresará el 2 de agosto con el TC 2000.

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