Su paso por el fútbol sería recordado por largo tiempo.
* Luciendo la casaca del Club «Defensores de la Boca», de «Once Tigres» y de la Selección nuevejuliense, descolló en los campos por la maestría y la precisión de sus jugadas.
* Deportista de alma, frecuentó asimismo en el papi fútbol y el padle.
* La Escuela de Fútbol del Club Atlético «Once Tigres» lleva su nombre.
* Cuando sean escritas, de forma sistemática, las páginas acerca de la historia del fútbol de 9 de Julio, a «Rabito» le cabe un lugar de privilegio.
Una antigua nota periodística, al referirse a un destacado jugador de fútbol de esta ciudad, durante la década de 1960 y parte de la siguiente, afirmaba: «Su paso por las canchas será recordado por mucho tiempo»… Ese futbolista, de quien hoy nos ocupamos, recorriendo parte de su biografía, es Héctor Oscar Andrada, apodado popularmente con el seudónimo de «Rabito», a quien -aquel mismo escrito- atribuía «habilidad como futbolista y condiciones de hombre bueno dentro y fuera del campo de juego».
¿Quién, acaso, no ha oído su nombre proclamado por las tribunas?. Más aún, ¡cuánto debe el fútbol local a su persona!.
Nacido en la ciudad de La Plata, el 6 de septiembre de 1944, fueron sus padres Juan Carlos Andrada (nuevejuliense) y María Encarnación García.
A mediados de 1959, cuando se encontraba afincado en un pueblo cercano a la capital provincial, sus padres decidieron radicarse en la ciudad de 9 de Julio. Por ello, dos meses antes del arribo de aquellos, «Rabito» llegó acompañando a un tío.
Poco después de concluir el servicio de conscripción militar, y contando cerca de 22 años de edad, fue admitido en la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en cuya fuerza prestó servicios por espacio de tres décadas, hasta obtener su retiro jubilatorio en 1997 con el grado de Sub Oficial Mayor. Su primer empleo había sido en Fundiciones Villa.
EL FÚTBOL COMO PASION
Como en muchos argentinos, puede afirmarse que su pasión por el estuvo presente en su persona desde los momentos en que daba sus primeros pasos o corriendo detrás de una pelota. Un par de meses después de llegado a 9 de Julio, por medio de un contacto con Luis Pastor -fallecido hace poco tiempo atrás-, fue iniciado en el fútbol lugareño llevándolo -junto a su hermano Raúl- al Club «Defensores de la Boca».
Por lapso de un año y medio defendió los colores de «Defensores» hasta que, en su ciudad natal, frecuentó el Club «Estudiantes».