Parque “General San Martín”: sueño de emprendedores, orgullo nuevejuliense

Por Héctor José Iaconis.

Donde actualmente se encuentra emplazado el Parque “General San Martín” existió una laguna natural que se encontraba en momentos de arribar el general Julio de Vedia, en octubre de 1863, para fundar la actual ciudad de 9 de Julio. Precisamente, fue alrededor de ella donde se asentó el campamento militar fundacional.
Con el correr de los años, en virtud de que don Juan Malcorra había adquirido las tierras aledañas, ese espejo de agua comenzó a llamarse con nombres de “Laguna de Malcorra”.
En las últimas décadas del siglo XIX, dado que en la misma desembocaba un acueducto que cargaba agua proveniente de un molino harinero, la laguna también fue utilizada como improvisado lavadero.

Tres generaciones descendientes de Nicanor Bengoa junto al portón del Parque «General San Martín» que, en 1929, realizó su ancestro. Si nieta Susana Bengoa junto a su bisnieto Martín y sus tataranietas.

EL PROYECTO
Promediando la década de 1920, la zona de la Laguna de Malcorra, era un predio pantanoso e insalubre que constituía una amenaza para la salud pública. 
Ni bien asumió Florentino Valenzuela el cargo de intendente municipal, decidió convertir aquel lugar en un espacio público.
En primer lugar, trazó un plan de obras que incluía esta y constituyó una comisión vecinos denominada “Pro-Fomento Edilicio”, la cual fue creado oficialmente el 5 de junio de 1926. Presidida por don Tomás Cosentino, fue integrada por Emilio Adobado, Juan Calandro, Ramón N. Poratti, Juan Carlos Gómez, Juan B. Baztarrica, Enrique P. Cano, Emilio Repetto, Zenón Gamboa, Gustavo Ferrere, Tomás Garbiso y Luis Modelli, entre otros.
El principal problema que se presentó a este grupo de hombres fue la adquisición de los terrenos necesarios para el saneamiento de la laguna. Pero, gracias al aporte económico de Valenzuela, Ernesto Poggi, Repetto, Garbizo, Herederos de Domingo Apráiz, Nicolás H. Robbio y herederos de Anastacio Prieto, entre otros.
Una vez adquirido los terrenos, el estudio de ingeniería “Burzaco y Herbín” confeccionaron los planos descriptivos del futuro parque, así como también el plan de trabajo.

LAS OBRAS
Las obras de construcción fueron dirigidas por Tomás Cosentino y Emilio Repetto.
En sus Memorias, Emilio Repetto, asegura que, “primero comenzaron a hacer algunos trabajos, pero pronto abandonaron por las aguas no los dejaran trabajar”.
“Una mañana -añade Repetto- me encontré con el señor Poratti y el ingeniero Herbín, quienes me propusieron que me hiciera cargo de la construcción del Parque. Me dieron los planos para que me haga cargo y lo resuelva por mi cuenta. Comenzamos con muy pocos fondos, el Gobierno de la Provincia envió una cuadrilla que fue de gran provecho. Desviamos las entradas de agua para poder trabajar y conseguí que el Ferrocarril Compañía General Buenos Aires construyera una alcantarilla».
«Recién después de terminadas las aguas, entraron los obreros a trabajar dentro del actual lago. Había varias zanjas todas llenas de basuras, las cuales debieron ser limpiadas, con peligro de vida para la gente que trabajaba de hecho, se perdieron varios caballos. La isla se formó con barro puro, que fue transportado en vagonetas llevadas a mano. Conseguimos que la empresa que realizaba el pavimento donde un puente», refiere Repetto.
A finales de la década de 1920, se dio comienzo a la construcción del paredón de contención de las aguas del lago central; también se construyó el puente sobre el canal de desagüe y el espigón. Originalmente, el puente hacia la isla era de madera; empero, en 1949, a instancia de una agrupación local, fue reemplazado por el que existe en la actualidad.
En todo el perímetro del Parque fue colocados postes de cemento para sostener el alambrado artístico tipo Paige. Esto tuvo como finalidad, preservar algunas plantas menores y los animales que se ubicarían en la parte de tierra firme: llamas, ñandúes, petisos, guanacos y otros.
Como en todas las obras públicas, al principio, la construcción del Parque estuvo envuelta en la polémica. El propio Emilio Repetto, en sus texto autobiográfico, recuerda que «muchos criticaron esta obra, porque decían que lo invertido se podía haber utilizado para arreglar mucho camino, pero cuando vieron el Parque terminado, cambiaron de parecer la obra tardó catorce meses en terminarse».
«A mí me costó una ciática», dice Repetto, aludiendo a la tarea que se impuso de plantar árboles en el nuevo parque, labor que, al parecer, le fue poco benéfica para su salud.

APORTES POSTERIORES
El 31 de agosto de 1929, fue colocado el portón principal del Parque y puertas de entrada laterales sobre Tomás Cosentino y Av. San Martín. El trabajo artesanal fue realizado por Nicanor Bengoa, junto a sus hijos, y cabe destacar que el portón está hecho con piezas roblonadas; es decir, sin la existencia de uniones con soldadura.
El 25 de abril de 1939 fueron inaugurados los aparatos de ejercicios físicos, consistentes en un trapecio de siete piezas, anillas, escaleras de mano, palo liso, cuerda, trapecio, dos barras fijas, un tobogán un juego de paralelas y dos pasos volantes con cuatro asientos cada uno, todos de construcción metálica.
El busto del general José de San Martín, que se encuentra en el Parque es obra de los escultores Juan Patrizi y Juan Sartori
En 1963, con motivo del centenario de la fundación de 9 de Julio, la asociación «Círculo los del 9», donó el monumento realizado por el escultor Luis Perlotti, que refiere a los tres fundadores de esta comunidad.
Hacia 1976 fueron construidos los fogones con sus respectivas mesas y bancos. Por esa época, durante la gestión del intendente Antonio Garabano, también fueron inauguradas las luminarias. Durante la década de 1980 la iluminación del predio fue descuidada y, recién, en la década de 1990, durante la gestión del intendente Jesús Blanco, fueron restauradas.
Varias obras de conservación y mejoras se llevaron a cabo ulteriormente en el lugar.
En 2003 fue emplazado el Monolito en homenaje a Aldo Baamonde, iniciativa del intendente municipal Oscar Ormaechea. Entre otras acciones más recientes, fue colocado un sistema de «aguas danzantes» y se efectuó la reinauguración de la inauguración.

BIBLIOGRAFIA Y FUENTES

– Archivo de Publicaciones Periodísticas «Esc. Ricardo Germán López» de Diario EL 9 DE JULIO. Fondo hemerográfico.
– Memoria de Emilio Repetto, original inédito mecanógrafo.
– Carpeta sobre la Historia del Portón del Parque «General San Martín», gentilmentente aportada por Susana Bengoa.

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