El mes de julio, hace 100 años, en 9 de Julio

Por Héctor José Iaconis.

Hace cien años, entre el 7 y el 10 de julio de 1921, la comunidad de 9 de Julio celebró el 105° aniversario de la Declaración de la Independencia. Tal como lo expresamos en la nota de la semana anterior, en esos días quedaba aún en la memoria los festejos de 1910 y 1916 y ahora, los adversarios políticos del viejo Partido Conservador, cuya administración municipal había finalizado bruscamente en las desapacibles jornadas de 1917, quisieron que estos actos (los de 1921) cobraran magnitud.
En 1921 un proceso administrativo realizado por el Tribunal de Cuentas de la Provincia, cuestionaba la gestión municipal del Partido Conservador y conminaba a algunos funcionarios a restituir los fondos malversados. Ahora, la Unión Cívica Radical, al frente de la comuna, se ocupaba -a través de la prensa partidaria- de sacar a la luz los excesos de sus antecesores.
Pronto, la ruleta del destino girará, poniendo a dos fracciones internas del Radicalismo en pugna; sembrando una animadversión tal que, muchos radicales, terminaron siendo más condescendientes con los antiguos rivales conservadores que con sus propios correligionarios.

Edificio de la sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires, en la esquina de Bartolomé Mitre y Libertad, iluminado para el 9 de julio de 1921.

LOS ACTOS PROGRAMADOS
Para el día 7 de julio de 1921, de 16 a 18 horas, fue organizada por la Escuela N° 1 una velada patriótica en el Teatro “Rossini”. En ese evento se había concertado la entrega de una medalla a un ex alumno y la representación de un delegado de la Caja de Ahorro Postal que oficiaría de orador.
Al día siguiente, en el patio de la Comisaría local se haría una entrega de víveres a las familias menesterosas, a partir de vales que se asignaban previamente en la Municipalidad. Al parecer, esta clase de asistencialismo populista no era atributo solamente del depuesto Partido Conservador.
Por la tarde, del mismo 8 de julio, la banda de música ejecutaría su repertorio en la Plaza “General Belgrano” y, al caer la tarde, habría una proyección cinematográfica al aire libre.
El programa central se desarrollaría el día 9 de julio. Con la salida del sol, se detonarían bombas y se tocaría diana. Por la mañana, estaba prevista la inauguración de la sala de Primeros auxilios.
Seguidamente, en la Plaza “General Belgrano” se concentrarían los niños de las escuelas de la ciudad para entonar el Himno Nacional. Desde allí, a las 11:30 horas, el público se trasladaría hasta el templo parroquial para el oficio del Tedeum.
Después del mediodía, en el campo de deportes del Club Atlético “9 de Julio” se disputaría un partido de fútbol, entre el equipo local y el de Carlos Casares. Luego, frente a la Plaza “General Belgrano” habría una corrida de sortija, el toque de retreta y más funciones cinematográficas.
Por la noche, a partir de las 22 horas, en el salón de recepciones de la Municipalidad, se cerraría la jornada con un baile.
El 10 de julio de 1921, los festejos por el Día de la Independencia concluían con otros cinco eventos. Era domingo y, por consiguiente, se había podido extender el programa de actos:
“- De 9 a 11 horas: Juegos atléticos por alumnos de las escuelas, asignándose premios a los vencedores.
“- A las 13 y 30 horas: Baile popular en el Parque Italiano, galantemente cedido por la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos […]
“- A las 14 horas: Corrida de sortija en automóvil para señoritas, frente a la Plaza Gral. Belgrano con valiosos premios.
“- A las 17 horas: Retreta en la Plaza Gral. Belgrano.
“- A las 20 horas: Biógrafo y retreta en la Plaza Gral. Belgrano” (1).

Antiguo edificio de la Municipalidad de 9 de Julio, iluminado para el 9 de julio de 1921.

LA ILUMINACION DE TRES EDIFICIOS
Los festejos de julio de 1921 se realizaron con rigor, según el esquema ya citado. Se agregó, aunque no estaba mencionado en el mismo, un espectáculo visual que despertó la atención de los vecinos: fueron iluminados “a giorno” los edificios de la sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires, de la Municipalidad y de la Parroquia de Santo Domingo, hoy Iglesia Catedral (2).
Esta forma de iluminación se lograba colocando, en serie, lámparas incandescentes en los contornos y ornatos de la fachada. Los receptáculos alineados uniformemente, permitían que las lámparas ofrecieran una luminosidad intensa, equilibrada y proporcionada.

EL ACTO EN LA PLAZA, POCOS ALUMNOS,Y EL TEDEUM
Para el 9 de julio de 1921, a las 10 de la mañana, estaba prevista la concentración de escolares en la Plaza “General Belgrano”, para la entonación del Himno Nacional. Solamente asistieron los alumnos del Colegio Cavallari.
Según la información oficial, no pudieron concurrir los educandos de las escuelas estatales, “debido a la mala voluntad del Comisionado Escolar que no dio la autorización necesaria a pesar de tener a las vista un telegrama de la Dirección de Escuelas, con el permiso correspondiente” (3).
Luego del Tedeum, “se improvisó una manifestación cívica que encabezaron el Intendente Municipal Guillermo B. Gougy, demás autoridades y las sociedad extranjeras con sus dirigentes y banderas, dando la vuelta a la Plaza Belgrano” (4).

PARTIDO DE FUTBOL Y CORRIDAS DE SORTIJAS
En el partido de fútbol que se jugó en el Club Atlético “9 de Julio”, el equipo anfitrión se impuso al visitante, por un gol (la única entrada del balón en el arco). No obstante, los jugadores de ambos recibieron medallas de plata.
De la corrida de sortija a caballo participaron poco más de cuarenta jinetes, mientras que, de aquella destinada a las damas, lo hicieron unos veinte automóviles.

BAILES Y VELADAS
Dos bailes estaban previstos en el programa de festejos de julio de 1921. Uno de carácter popular, realizado en el Prado Italiano (ubicado en la avenida Vedia entre Río Negro y Tucumán) y otro en el salón de recepciones de la Municipal.
Los días 7 y 8 de julio, en el Teatro Rossini, se celebraron Veladas Patrióticas. La organización de la primera corrió por cuenta de la Escuela N° 1 y la segunda correspondió a la Sociedad Protectora de los Pobres, entidad que sostenía el denominado Hospital de los Pobres (actualmente, Hospital Provincial “Julio de Vedia”). Durante la segunda, descolló con su talento vocal, la cantante lírica Aita Laura Magni (con el tiempo, esposa de Emilio Adobato), quien interpretó la cavatina “Casta Diva”, aria de la ópera “Norma”, de Vincenzo Bellini.

ESPACIOS EXCLUYENTES
Es notable observar, con tanta recurrencia, cómo se mantenían casi excluyentemente resguardados los espacios de concurrencia de los vecinos según el estrato social al que pertenecían: a los pobres se les obsequiaban alimentos en el patio de la Comisaría (en lugar de hacerlo en la Municipalidad, donde debían ir a retirar los vales para acceder a ellos); los pasillos de la Casa Municipal y el salón de fiestas estaban reservados para un baile de gala y, para quienes no podía acceder al mismo, en el Prado Italiano, había un baile popular. Desde luego, estas fiestas eran gratuitas. Había otras formas de exclusión más efectivas que el coste de un aforo.
Esta realidad, presente en los decenios precedentes, se mantendrá, desafortunamente, en los sucesivos.

NOTAS
(1) Periódico “El Orden”, año I, n° 34, 9 de Julio, 4 de julio de 1921, pág. 1.
(2) Cfr. Héctor J. Iaconis, “Iluminación «a giorno» de edificios céntricos en 1921” en Diario EL 9 DE JULIO, 1° de junio de 2018, disponible en www.diarioel9dejulio.com.ar/noticia/91255
(3) “El Orden”, n° 35, 12 de julio de 1921, pág. 2.
(4) Ibidem.

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