Una postal coloreada de la ciudad de 9 de Julio a comienzos del siglo XX. Aparece, en primer plano,el edificio de la sucursal del Banco de la Nación Argentina, en la esquina de Vedia y La Rioja.

Esta atractiva imagen nos permite obtener interesantes referencias.

En primer lugar, su editor: Pedro Eppherre, propietario de la cigarrería y bazar “Buenos Aires”, que tenía anexa una sección de venta de artículos para fotografía, tanto así que le cupo introducir los primeros visores estereoscópicos manuales que se vendieron en la ciudad. También atendía el rubro de óptica. Eppherre editó varias postales rescatando vistas urbanas de la ciudad de 9 de Julio a comienzos de siglo.

Hacia la izquierda se observa la columna de alumbrado público, con lámpara de arco voltaico, que fue instalada en 1899 por la empresa Nuñez Monasterio y Compañía, primera concesionaria de la primera usina eléctrica que se encontraba ubicada en la avenida Buenos Aires (luego Primer Centenario, hoy San Martín) entre Santa Fe e Independencia (hoy Hipólito Yrigoyen).

En el edificio de la derecha aparece un placarte, un medio de comunicación de noticias e información muy corriente en la época, junto con los diarios y periódicos que circulaban entonces.

La dedicatoria: Los firmantes son dos personajes conocidos de la sociedad nuevejuliense de entonces: el matrimonio Lanza-Magnoni (Sebastián Lanza y Juana Magnoni de Lanza). Lanza fue popular en su tiempo por su habilidad para hacer negocios, entre los italianos circulaba un dicho, en dialecto, que aseguraba: “Amasa, amasa tu fortuna, Chicho Lanza te la juna”.

Su nombre completo era Sebastián José Lanza. Había nacido el 19 de enero de 1867 en Cassinelli y murió relativamente joven, el 4 de octubre de 1913.

Su esposa, Juana, era hija de Noé Magnoni, que llegó con su familia cuando apenas se había fundado el pueblo. Ella conformó, en 1883, el primer grupo de teatro vocacional que funcionó en 9 de Julio. Doña Juana ya viuda de Lanza y casó luego con Frasqueli, de quien también enviudó.