Por Héctor José Iaconis.
Nos referiremos hoy al contenido de la edición de EL 9 DE JULIO, del 10 de mayo de 1924, es decir, publicada hace un siglo.
UN TEMPORAL Y LA HUELGA
Quizá una de las noticias más importantes del ejemplar de este día sea la referencia a un temporal cuya magnitud, al parecer, habría sido importante. El texto periodístico, refiere: [textual, en bastardilla]
Ha causado considerables pérdidas en el vecindario local así como en la campaña, el temporal de estos último días, en lo relacionado a las grandes correntadas de aguas, que ha producido las inundaciones de viviendas en terrenos bajos, viéndose sus habitantes obligados a emigrar a parajes seguros; calles y caminos casi imposibilitados para el tránsito, así como también debió suspenderse las faenas relacionadas a la junta del maíz. Caprichos del Dios Natura que redundan en perjuicio del pobrerío, en toda la extensión del vocablo; como también en parte al comercio en general. Pasado el temporal, prosigamos la lucha por la vida, sin amedrentamientos, por el contrario, inspirada y alentada por el sol del nuevo día.
Otra crónica se refiere a una huelga, ocurrida esos días: [textual, en bastardilla]
Así como el temporal, nues tra ciudad hase visto envuelta hace varios días en una huelga, que aunque justa, no fue general como debió serlo. No entraremos a sindicar como culpables a estos o aquellos, pero sí diremos, que cuando se trata de rechazar una mala ley como la 11289, todo el pueblo, sin distinción de credos, debe dejar oír su protesta, porque con ello demuestra que sabe estar de parte de la razón.
Felizmente a estas horas, con las reformas introducidas a la citada ley, todo marcha en vías de un concordante arreglo entre el gobierno, el capital y el trabajo.
PARTIDO DE FUTBOL AMISTOSO
Una nota de tapa hace referencia de un partido de fútbol que habría de disputarse, el 11 de mayo de 1924 en Carlos Casares.
“Telegráficamente –dice la crónica- se ha concertado para mañana, un encuentro amistoso a jugarse en la vecina localidad de Carlos Casares, entre los primeros equipos de Atlético 9 de Julio versus el de igual nombre del pueblo citado”.
Luego de dos años volvía a enfrentarse estos “viejos y caballerescos rivales”.
El equipo del Club Atlético “9 de Julio”, por entonces, estaba integrado por Raúl Ruberling, Enrique Benedetti, Rafael C. Failache, Justo Ezquerra, Abel de la Plaza, Alfredo Pereyra, Oscar L. Adobato, José Siviero, Esteban Nuñez, Oscar Molteni (capitán) y Manuel Santillán. Oficiaban como suplentes, Rodolfo de la Plaza, Héctor Benedetti y Rosario Machioni.
Un volante impreso en Carlos Casares –que reproducimos a continuación-, indica el nombre de los integrantes del Club Atlético de Carlos Casares:
UN ASESINATO
La noticia policial publicada en la edición del 10 de mayo de 1924, da cuenta de un hecho policial ocurrido en la localidad de El Provincial: [textual, en bastardilla]
El lunes ppdo., a las 5 horas, en un rastrojo de maíz ubicado por las inmediaciones de El Provincial fue asesinado de una puñalada en el corazón Salvador Laferrara por el sujeto de pésimos antecedentes, Gino Nini, de nacionalidad siciliano [sic]. El salvaje matador obró impulsado por el solo motivo de que la víctima no quiso darle dos bolsas vacías para juntar maíz.
LA FUNCION DE CINE
En la portada y en columna de noticias sociales aparece el anuncio de la función cinematográfica de esos días, en el Teatro Rossini. La película que se proyectaba era “Formado del mismo barro”. En realidad, la traducción española refiere a un conocido film del cine mudo estadounidense: “Kindred of the Dust”, de 1922, dirigido por Raoul Walsh y protagonizado por su esposa Miriam Cooper y Ralph Graves. Película dramática basada en la novela homónima de Peter B. Kyne, fue producida por la propia compañía de Walsh.