Ayer, en esta ciudad, falleció Roberto Irigoitía, un titiritero de alma, un vecino muy estimado en esta comunidad. Su deceso ha causado honda consternación en su numerosa familia y en sus relaciones y sus restos recibieron sepultura en horas de la tarde en el cementerio local.
Había nacido el 28 de mayo de 1933, siendo el séptimo de ocho hermanos, hijo de Pablo Benito Irigoitia y Teresa Lombardo.
En diciembre de 1939 su padre compró a la familia Péres la casa de la calle San Luis (hoy Cavallari) casi Robbio, y fue precisamente allí donde Roberto transcurrió su infancia y juventud.
Había cursado sus primeros estudios en la Escuela Nº 1 para continuarlos, más tarde, en la antigua Escuela Nacional de Comercio. Finalizada la formación secundaria, se dirigió a la ciudad de Córdoba donde cursó estudios universitarios, los cuales debió interrumpirlos por razones de fuerza mayor.
SU TEATRO DE TITERES
Roberto Irigoitía descubrió, su interés por el teatro de títeres, siendo niño. Contaba nueve años cuando visitó esta ciudad que el inolvidable titiritero Javier Villafañe en su carreta «La Andariega», tirada por caballos. Por esos años, Villafañe había recibido una beca de la Comisión Nacional de Cultura para «divulgar la actividad titiritera».
En esa oportunidad, las docentes de las escuelas de las ciudades llevaron a los alumnos a la función de títeres de Villafañe, realizada en el Salón Blanco de la Municipalidad. Allí, Roberto, tuvo su primer contacto con el teatro de títeres. Poco después, en la Escuela Nº 1 construyeron el Teatro de Títeres «Aladino» y le encomendaron a Roberto la tarea de recrear con un títere con la figura del legendario personaje.
En enero de 1944, tras el terremoto en San Juan, en todo el país, se efectuaron colectas para las víctimas de ese terrible fenómeno. Roberto, con diez años de edad, organizó en su casa una función de títeres para recaudar fondos para contribuir con esta colecta. Desde entonces comenzó a construir sus propios títeres y un retablo de importantes proporciones.
Roberto Irigoitía, contando con la colaboración de sus hermanos Julia y Horacio y con la asesoría, en muchas oportunidades, de su cuñado Aldo Baamonde, reconocido artista plástico, concibió el Teatro de Títeres para Adultos «Pagolindo», que ofreció en esta ciudad una cantidad importante de funciones.
El tablado y el teatro de títeres, así como también las diferentes obras que ofrecía, fueron muy reconocido por quienes tuvieron ocasión de disfrutar de esas funciones. En no pocas oportunidades, el prestigioso músico Ariel Ramírez visitó la casa particular de Roberto para solicitarle funciones de teatro de títeres.
Son todavía recordadas las funciones de teatro de títeres para mayores de «Pagolindo», realizadas en el subsuelo de la antigua sede del Club Atlético «9 de Julio», ubicada en el edificio que actualmente ocupa el Instituto Superior de Tecnología Alimentaria (ISETA). Allí tuvieron algunas presentaciones a beneficio de la Biblioteca Popular «Anastasio Prieto», presentando un programa en dos partes, la primera con cinco sketch o cuadros realizados íntegramente por Roberto: “Eestampa del 90 y pico», «Rockito y Carolina», «Combate el ring», «Negra tierra caliente» y «Lamento coya». En la segunda parte, se presentaba una adaptación, también realizada por Roberto, de « Caperucita Roja». Esta última fue realizada, en una interesante innovación efectuada por Roberto, valiéndose solamente de las manos, de los movimientos de ellas y de los recursos sonoros y de iluminación disponibles.
Esas obras también fueron dadas en otras funciones artística realizada por la Federación cultural nuevejuliense, en la década de 1950.
Roberto, con «Pagolindo», ofreció también funciones de teatro de títeres en la calle de la ciudad. Si bien el teatro había sido pensado para adultos, pronto atrajo la atención de los niños, de un nutrido público infantil que seguía sus habituales presentaciones.
En una ocasión, Norberto Manzanos, fundador y primer director de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires, director de Acción Cultural de la Provincia y director de la Escuela de Teatro de La Plata, presenció una de las funciones realizadas por «Pagolindo», en la avenida Vedia y La Rioja. Tan buena fue la impresión que causó en Manzanos la presentación realizada por Roberto que, en seguida, lo invitó para realizar una gira artística por la provincia de Buenos Aires.
También, de Ariel Ramírez recibió la invitación para participar, con su teatro de títeres, en un programa de televisión por canal 7.
SUS CUENTOS
Roberto Irigoitía, fue, al mismo tiempo, un escritor de talento. Sus cuentos, relatos o escritos en prosa, algunos publicados en EL 9 DE JULIO, eran sutiles, atractivos, dinámicos, profundos y, siempre, invitaban a la reflexión.
En los últimos años, en su cuenta de Facebook, había publicado muchos de sus escritos que hoy pueden leerse y admirarse.
SU FAMILIA
Roberto estaba casado con Susana Rocca. Era padre de seis hijos, Martín, Mariana, Silvana, Nora, Julio e Ignacio y tenía trece nietos y un bisnieto.
- Datos biográficos obtenidos de nuestro ARCHIVO DE PUBLICACIONES PERIODISTICAS «ESCRIBANO RICARDO GERMÁN LOPEZ» (Declarado de «Interés Legislativo» y de «Interés Municipal»).