* Nacido en 9 de Julio, se radicó en la década de 1950 en la ciudad de Buenos Aires.
* Se desempeñó como tasador y auditor de Arte y Objetos Varios del Banco de la Ciudad de Buenos Aires.
* Ya jubilado emprendió la carrera de Museología obteniendo el título de Técnico Nacional Superior en Museología Histórica de la ENaM con el mejor promedio.
* Fue profesor adjunto de las carreras de Peritaje y Valuación de Obras de Arte, Museología, y Conservación de Bienes culturales, de la Facultad de Arte de la Universidad del Museo Social Argentino (UNSA).
* Siempre preocupado por el patrimonio cultural y artístico, es autor de excelentes artículos sobre la temática.
Lo ligan a su ciudad natal vínculos de familia, de amigos, de viejos condiscípulos y, sobre todo, un interés particular por la vida cultural y por los bienes artísticos de la comunidad. Luis Alberto Carlos, museólogo y experto en arte, es un entusiasta que brega por la preservación del patrimonio arquitectónico.
Vivió su infancia y adolescencia en esta ciudad y debió emprender, siendo muy joven, un camino lejos de esta. No obstante, como lo dirá más adelante, sus raíces quedaron aquí y, en cierto modo, 9 de Julio continúa siendo su hogar.
Nacido en 9 de Julio el 30 de abril de 1937, cursó sus estudios primarios en la Escuela N° 1 entre los años de 1943 y 1948.
UNA BECA, GRACIAS A ANTONIO AITA
Merced a las gestiones realizadas por Antonio Aita obtuvo una beca para cursar estudios secundarios en el Colegio Cavallari. Luis jamás dejó de expresar su gratitud hacia Antonio, a quien también había tratado en las legendarias tertulias realizadas en casa de los hermanos Enrique y Arturo Cano. En el Colegio Cavallari cursó el primer año y luego pasó a la Escuela Nacional de Comercios y Anexos donde obtuvo el título de Bachiller, conformando la promoción de 1954. Intervino, en esos años, junto a su compañero Luis María Péres, en la realización del periódico “Sursum corda”, que era impreso en los talleres de EL 9 DE JULIO.
ARTURO CANO, UN MAESTRO
Luis Carlos fue lazarillo del gran prohombre Arturo Cano, periodista y bibliotecario, no vidente. Solía presentarlo como su secretario y, efectivamente, además de acompañarlo en sus actividades, le ayudaba con las tareas administrativas de la Biblioteca del Club “Agustín Álvarez” que, más tarde, llevó su nombre.
Luis Carlos, en diálogo con EL 9 DE JULIO, recuerda que, en esos años, “Don Arturo se dedicaba a la venta de libros de la editorial Calomino y Guillermo Kraft y, por la tarde, trabajaba como bibliotecario”.
“Verdaderamente, allí, con Don Arturo como maestro, a quien le leía diversa bibliografía, recibí un caudal de sabiduría que con el tiempo me sirvió en mi vida laboral”, evoca.
EN BUENOS AIRES
Quien nos ocupa se radicó en la ciudad de Buenos Aires en 1954. Allí se incorporó al “Banco Municipal de Préstamos”, más tarde llamado “Banco Ciudad”, donde trazó una impecable trayectoria. Fue tasador del rubro de Objetos varios, muebles y arte y llegó a la jerarquía de auditor.
En su especialidad le cupo emprender tareas muy diversas, tales como la tasación de los bienes muebles y equipos de radio y televisión, ordenadas por el Poder Ejecutivo Nacional, en la década de 1980 en Canal 11 y en las emisoras “El Mundo”, “Belgrano” y “Excelsior”, como así también en radios de Calafate (provincia de Santa Cruz), Comodoro Rivadavia, Malargue (Mendoza), Villa Mercedes (San Luis), Concepción del Uruguay (Entre Ríos), Sáenz Peña (Chaco), Rosario, Córdoba y San Miguel de Tucumán.
Por otra parte, efectuó tasaciones y peritajes judiciales, en la Biblioteca Nacional, en algunas empresas privadas, para la Aduana, para el Banco Francés, para el Banco Central y fue profesor de la Escuela de Tasadores.
MUSEOLOGO
Ya jubilado emprendió la formación en Museología. Para ello se inscribió en la Escuela Nacional de Museología, dependiente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. En esa casa de estudios obtuvo el diploma de Técnico Nacional Superior en Museología Histórica, en marzo de 2006.
Ese año, el 26 de junio, en ocasión de conmemorarse un nuevo aniversario del natalicio del general Bartolomé Mitre, la Asociación Amigos del Museo Mitre le otorgó una distinción por haber sido el mejor promedio de su promoción.
Como docente se ha desempeñado como profesor adjunto en la Escuela Nacional de Museología y en la Universidad del Museo Social Argentino. En esa última institución lo hizo en las carreras de Tecnicatura en expertizaje y valuación de obras de arte, Licenciatura en conservación de bienes culturales y Licenciatura en Museología y gestión del Patrimonio Cultural.
Asimismo, fue profesor en el Instituto “José Ingenieros” en Buenos Aires.
UNA EXPOSICION
En noviembre de 2015, en el salón de la Biblioteca Popular “José Ingenieros” de 9 de Julio, Luis Carlos, organizó la exposición “Lo que el tiempo no se llevó”. En esta muestra, de forma integrada e interactiva, se podía apreciar un período de historia de más de medio siglo, a través de periódicos, diarios, revistas femeninas y de historietas, que reflejaban la moda, la publicidad, el deporte, la música etc. Además presentó una selección de objetos de colección.
Esta muestra fue llevada a otros lugares, con los mismos buenos auspicios. Por citar, en noviembre de 2016, fue presentada en el Centro Cultural Barracas al Sub en Avellaneda.
PALABRAS FINALES
Desde hace sesenta años, Luis Carlos está casado con Sara Rojas con quien ya festejó sus Bodas de Diamante. Su casa de Parque Patricios la ocupa desde hace más de cuatro décadas.
Sigue pensando en su querido terruño. Siempre se ha interesado en el patrimonio de la ciudad donde nació.
“A pesar –expresa Luis- de estar lejos, mi raíces están en 9 de Julio, pueblo que ha crecido y modernizado. No he abandonado la batalla en defensa del patrimonio arquitectónico, natural e intangible, como lo he publicado en este Diario en notas en las que me he referido a la casa de Eduardo Moledo y también sobre Parque ‘General San Martín’”.