* Persona agradable, culta y de una notable instrucción, aun hoy es recordado por quienes le conocieron, como un ser excepcionalmente bueno.
* Fue el gran impulsor de la Asociación de Bomberos Voluntarios 9 de Julio, institución por la que trabajó denodadamente.
* Vinculado al Partido Socialista, abrazó sus ideales y estuvo permanentemente atento a las necesidades de sus semejantes.
* Días pasados, Bomberos Voluntarios celebró el 75° aniversarios de su fundación, por ello, es propicio evocar a este vecino altruista, cuyas virtudes y hombría de bien le distinguieron y, hoy, son un legado para nuestro tiempo.
Es asombroso advertir cómo se encadenan de manera admirable los hechos en el devenir del tiempo. Hay acontecimientos del presente que se vinculan y nos conectan de manera inmediata con el pasado o con los protagonistas de otros momentos de nuestra historia.
Los acontecimientos relacionados con la vida institucional de la Asociación de Bomberos Voluntarios de 9 de Julio forman parte de la historia de la comunidad. Hace pocos días atrás, la entidad celebraba su 75º aniversario –festejos que debieron postergarse por el contexto de pandemia- y, entre los nombres de sus fundadores, surge de manera inmediata el de don David Perelli.
En efecto, se trata de una de las figuras que está ligada más profundamente a los orígenes de la institución. Fue el alma máter, ideólogo e impulsor de esta gran obra. Contagió su dinamismo y entusiasmo a sus vecinos, quienes no dudaron en acompañarle.
Había nacido en Buenos Aires el 11 de febrero de 1885, en un hogar de inmigrantes italianos. Su familia la completaba un hermano mayor, llamado Constante.
En el año 1902 su familia se radicó en la zona rural del Partido 9 de Julio.
En 1909, luego de contraer matrimonio, se afincó definitivamente en la ciudad. Había aprendido el oficio de zapatero y, en razón de ello, instaló un taller de reparación de calzado en su casa, ubicada en la avenida Río Bermejo (hoy Antonio Aita) entre Río Negro (Cardenal Pironio) y Adolfo Alsina.
I. UNA PERSONALIDAD RICA EN VIRTUDES
Don David era una persona agradable, culta y de una notable instrucción, lograda a partir de su afán por la lectura. Conocedor de los sucesos de su tiempo, siempre estaba al tanto de todo lo que ocurría en el mundo.
Poseía una biblioteca muy rica, la cual también contribuyó a su formación personal. Tenía muchos amigos y personas que no apreciaba, por su trato amable y su voluntad de ayuda a todo aquel que se lo solicitaba.
Siempre estaba atento a las necesidades y preocupaciones de sus semejantes. Como exponente de su generación, fue un hombre que supo hacer culto de la amistad, de la palabra dada y de la defensa de los ideales y del bien común.
II. EN EL PARTIDO SOCIALISTA Y EN LAS INSTITUCIONES
Desde joven, David Perelli, adhirió a los ideales del socialismo. En 9 de Julio integró las filas del Centro Socialista local y, en varias ocasiones, integró en las listas de candidatos en distintos comicios. De hecho, entre sus papeles personales se conservaba correspondencia con el doctor Alfredo Palacios, así como también con otros dirigentes socialistas de la época.
Con gran dinamismo y pasión se brindó con honestidad y dedicación a muchas instituciones sociales y de bien público, en esta ciudad, cuyas comisiones integró. Colaboró, asimismo, en la construcción de la Plaza Italia, en el lugar donde actualmente se encuentra.
III. LA FUNDACIÓN DE BOMBEROS VOLUNTARIOS
Don David Perelli fue el principal mentor en la fundación de la asociación de bomberos voluntarios.
En 1945 se produjo un incendio en la casa de la familia Lagomarsino, ubicada en la Avenida Vedia entre Avellaneda y Sarmiento. Don David, que en esos momentos se encontraba en casa de una de sus hijas, cerca de ese lugar, fue avisado por una de sus nietas del siniestro que se había desatado. De inmediato tomó dos baldes con agua y salió rápidamente a colaborar con otros vecinos para sofocar las llamas.
A partir de entonces surgió la idea, ante la notoria demanda, de crear un cuerpo de bomberos voluntarios. Perelli fue el principal motor que impulsó, junto con otros vecinos, la creación de esta entidad, cuya primera comisión directiva provisoria se formó el 10 de julio de 1946.
Don David, que ocupó el cargo de vocal, fue quien propuso los nombres para la conformación de la comisión definitiva. Fue el primer cuartelero de la Asociación de Bomberos Voluntarios, cuando la sede se encontraba ubicada en la Avenida Vedia entre La Rioja y San Luis (hoy Cavallari), donde se había instalado en mayo de 1948.
Desde su fundación, junto al secretario rentado, prestó una gran colaboración en los momentos constitutivos, para la obtención de la personalidad jurídica y para las gestiones iniciales. Lo hizo acompañando a los dos primeros presidentes de la flamante organización, Serafín Spina y Carlos Tacchi, a quienes le unía no solamente la amistad sino también los ideales políticos.
En aquellos días, el 22 de agosto de 1947, el comisionado municipal Germán Camou había donado a los bomberos un tanque y un chasis Chevrolet, modelo 1928, que fue una de las primeras unidades con las que contaron.
IV. SU FALLECIMIENTO Y SU RECUERDO
La salud de David Perelli se fue deteriorando, víctima de una prolongada y grave dolencia. Su vida se apagó el 6 de noviembre de 1951.
Su fallecimiento produjo una gran congoja en los vecinos de la comunidad, entre los muchos amigos que había cosechado a través de una vida honorable.
En la despedida de sus restos, la Asociación de Bomberos Voluntarios le rindió un especial homenaje. Durante el sepelio, los bomberos vistieron uniforme de gala y le cupo a esta institución encargarse del sepulcro donde descansa, en el cementerio local.
En octubre de 1954 la comisión directiva de Bomberos de 9 de Julio le impuso su nombre al cuartel. Desde entonces, una placa que se encuentra ubicada en la fachada de ese edificio, lo recuerda.
V. SU FAMILIA
Había contraído matrimonio con una joven italiana, proveniente de Génova, llamada Juana María Bonoldi. De esa unión nacieron tres hijas: Clorilde Francisca, Clorinda Pascuala y Amelia Josefina.
Asimismo, era abuelo de Zunilda, Olga y Mabel Sist-Perelli.
En nuestros días viven en 9 de Julio muchos descendientes de don David.
VI. PALABRAS FINALES
Un día después de su muerte, EL 9 DE JULIO, escribió: «Cuando en la madrugada de ayer, el alba se encendía trayendo a renovadas esperanzas, se pagaba la vida de una figura típica de nuestro medio, don David Perelli, hombre querido en nuestro medio, donde tenía un por núcleo de verdaderos amigos».
«Don David -prosigue el obituario- fue desde su juventud militante del socialismo, partido al que actualmente se mantenía fiel. No estuvo ajeno a las inquietudes pendientes, es así como lo vimos trabajar en favor de la fundación del Cuerpo de Bomberos, institución a la que prestaba en estos momentos decidido apoyo».
Esas palabras son algo así como una síntesis de su vida. La distancia en el tiempo no nos impide valorar la dimensión de una personalidad tan notable.