Juan Galluppi di Cirella. Un noble europeo en 9 de Julio

Juan Galluppi di cirellaPor Héctor José Iaconis.
* Poseía el título nobiliario de Barón y pertenecía a una de las familias más antiguas y nobles de Calabria, en Italia.
* Siendo muy joven se inscribió en la escuela militar en Roma pero, al cabo de unos años desistió de la carrera de armas y, hacia  finales del siglo XIX, emigró a la Argentina.
* Radicado en 9 de Julio a comienzos del siglo XX, fue uno de los iniciadores en nuestro medio de la esgrima deportiva.
* Se destacó como periodista en «El Luchador» y en «El Porvenir», medios de prensa locales, a los cuales les dio un renovado impulso.

No es común, al menos en la historia de 9 de Julio, encontrar un noble, de primera línea sucesoria, perteneciente a una dinastía europea. Sin duda, el caso de Juan Galluppi, Barón de Cirella, sea el único en nuestra historia y uno de los pocos que se encuentran al recorrer la historia de otras comunidades del interior de la provincia de Buenos Aires.
Como se sabe, la inmigración trajo a estas tierras un gran número de ciudadanos italianos que dejaba su tierra natal para buscar un mejor futuro en América. Sin embargo, no es frecuente advertir que, los exponentes de la nobleza, dejarán sus posesiones para emigrar.
El Barón Juan Galluppi di Cirella había nacido en Nápoles el 25 de agosto de 1875, en el hogar formado por  Pasquale Galluppi, Barón de Cirella y  Patricio de Tropea y  Nicoletta Tiscar de los Rios. El linaje familiar, que conserva el aludido título nobiliario restituido en mayo de 1892, se remonta al siglo XII. Entre sus ancestros se encontraban destacados juristas y políticos italianos;  el renombrado Teófilo Galluppi, obispo de Oppido en 1561, que intervino en el Concilio de Trento, donde fue admirado por su doctrina, y cuyo monumento se encuentra en la catedral de Tropea; Scipione Galluppi, propietario, Tropea, de una conocida casa de empeño en 1585; Francisco Gallu- ppi, hombre erudito y muy versado en la lengua griega y Antonello Galluppi, quien fue concejal y alcalde de los nobles de Tropea en el otoño del siglo XVI y adquirió las baronías de Cirencester, Jope y Coccorino, entre muchos otros.

Galluppi y flia
El más famoso renombrado de los Galluppi, fue, sin duda, su bisabuelo, Pascual, un destacado filósofo y profesor en la Universidad de Nápoles, había desarrollado una doctrina filosófica de la experiencia, basada en explicaciones psicológicas para justificar la existencia desde la voluntad, principio en el que, según Galluppi, se basa todo conocimiento. En esta formulación habían influido la doctrina cartesiana, el sensualismo de Condillac, el idealismo trascendental de Kant e incluso Leibniz.
Siendo niño, Juan Galluppi, recibió una educación propia de su clase. Tal como ocurría entre las familias aristocráticas de la época, fue enviado a la escuela militar, donde aprendió las artes de la guerra y donde fue condecorado con una medalla al valor militar.
Según una referencia que se conserva por tradición familiar, Juan Galluppi, habría decidido emigrar para evitar dedicarse a la carrera de armas. A comienzos del siglo XX  se encontraba radicado en 9 de Julio y vinculado a la sociedad nuevejulien se.

INICIADOR DE LA ESGRIMA DEPORTIVA
Juan Galluppi fue, en 9 de Julio, uno de los pioneros en la enseñanza de esgrima deportiva. Si bien, el arte en el manejo de este tipo de armas se había enseñado desde varias décadas atrás, en la formación de las Guardias Nacionales, en la Legión Garibaldina o, en la época en que se encontraba establecido un regimiento militar en el lugar, el Barón de Cirella introdujo a los nuevejuliense es de su tiempo en la esgrima como deporte.
Enseñó esgrima en los clubes sociales de comienzos del siglo XX y, luego de 1914, lo hizo en el Club Atlético «9 de Julio», por espacio de varios años.

EN EL PERIODISMO
En 1910, Galluppi, se encontraba al frente, en calidad de administrador, del periódico «El Luchador», cuyos talleres gráficos, por entonces pertenecían al Partido Conservador, cuyo principal líder era su amigo, Nicolás H. Robbio. En mayo de 1920, alquiló a Benjamín Fernández, el periódico «El Porvenir» (fundado en 1895). En efecto, Fernández, que había sido director de este medio de prensa durante varios años, había sido designado miembro del Consejo General de Educación, debiendo alejarse de la ciudad.
Galluppi procuró dotar al periódico de un estilo renovado y, sin lugar a dudas, mucho menos combativo del que había imprimido su actual propietario. A comienzos de la década de 1930 adquirió el periódico y la imprenta y, hacia 1932, lo convirtió en un diario y trasladó sus dependencias a la casa ubicada en la esquina de Salta y Corrientes, el cual también fue su domicilio particular.

UNA PERSONALIDAD SINGULAR
Quienes conocieron personalmente a Juan Galluppi di Cirella coinciden en que, su personalidad, estaba dotada de las cualidades que poseían muchos nobles en la Italia, todavía monárquica. Si bien mantuvo una relación de amistad con mucho coterráneo suyo, no se vinculó de lleno a la colectividad italiana; sin embargo, prefirió mantener siempre intactos sus lazos con su patria y con su familia. Tal es así que realizó varios viajes y mantuvo para con los suyos una fluida correspondencia. Aún se conservan las postales y fotografías que enviaba a sus familiares en Tropea.

SU FAMILIA EN 9 DE JULIO
Juan Galluppi contrajo matrimonio en 1907 con Angela Rumi, perteneciente a una de las más antiguas familias nuevejuliense. De esa unión nacieron cuatro hijos: Vicente (19.II.1908),  Teófilo (3.IX.1909), Julia (27.XII.1911) y
Victoria (22.XI.1918), la última de los cuales aún vive, en la ciudad de Buenos Aires.
Sus hijos Vicente y Teófilo («Filucho») sucedieron a su padre al frente de «El Porvenir», talleres gráficos al frente del cual se encuentra la cuarta generación que sucede a Juan Galluppi di Cirella. Hasta 1957 mantuvieron la edición del diario «El Porvenir» y, en la actualidad, continúan con la imprenta, bajo la misma denominación.
Juan Galluppi di Cirella tuvo siete nietos: Vicente tuvo dos hijas, Lucrecia y Marta; Julia, una hija, Elsa y Lucre- cia, dos hijos, Elizabeth y Horacio.
La rama de Teófilo en la que ha conservado el apellido en esta ciudad. Su hijo Juan le ha dado una descencia de tres hijos, Mauricio, hermano y Ana Carolina. Al mismo tiempo, existe una quinta generación, pues Mauricio Galluppi tiene dos hijos, Diego y Matías, y Germán Oscar Galluppi otros dos, Lucas y Lara.

PALABRAS FINALES
Sin lugar a dudas, fue significativo al aporte que el inmigrante italiano, hizo esta comunidad. Desde el periodismo y en los diferentes espacios en que les cupo a actuar en la sociedad, pudo demostrar que la nobleza no solamente menciona a través de un título honorífico sino que también es una representación vital y permanente de un estilo de vida.

BIBLIOGRAFIA Y FUENTES CONSULTADAS
– Diario «El 9 de Julio», 9 de mayo de 1935; 5 de junio de 1995 y 16 de noviembre de 2001.
– Diario «El Porvenir», 5 de mayo de 1955.
– Periódico «El Luchador», 25 de mayo de 1910 (edición especial).
– Elenco Ufficiale Nobiliare Italiano, 1922.
– Elenco Storico della Nobiltà Italiana, 1960.
– Entrevistas orales a Vicente Galluppi (1994) y Pedro Sabetto (1990).
– «Le Famiglie Galluppi di Tropea, di Sicilia e di Aix in Provenza», por Goffredo di Crollalanza (1873) (disponible en http://www.tropeamagazine.it/).
– «Della Magna Grecia e delle Tre Calabrie. Ricerche» por Nicola Leoni, Nápoles, Tipografía de Vincenzo Priggiobba, 1846, tomo III.
– «Discorso Genealogico della Famiglia Galluppi di Tropea. Estratto», por Erasmo Ricca, Nápoles, Stamperia di Agostino de Pascale, 1969.

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