Una actriz de cuna nuevejuliense
* Hija adoptiva de 9 de Julio, fue una destacada actriz.
* A lo largo de su trayectoria protagonizó obras de teatro y películas, actuando junto a reconocidos actores de su tiempo.
* Hacia el final de su carrera fue distinguida con los Premios “Trinidad Guevara” y “Podestá”.
Si bien había nacido en Buenos Aires en 1916, una parte de su infancia la transcurrió en 9 de Julio, lugar donde su abuela y su madre se habían destacado como obstetras. En efecto, como muchos nuevejulienses que hoy peinan canas lo recuerdan, en la avenida Vedia entre Tucumán y Río Negro (hoy Cardenal Pironio) tenía su casa (la única que, por entonces, contaba con una pileta de natación en la ciudad) la madre de Niní, la conocida partera a la que apodaban con el pseudónimo de “Cortona”. Muchos suponían que ese apodo se le había dado en razón de su baja estatura, pero, en realidad, era su apellido de soltera, pues se llamaba: Josefina Cortona de Gambier.
La “Cortona” Gambier ejerció su profesión de partera en 9 de Julio durante más de cuatro décadas. A una edad avanzada falleció en Buenos Aires en 1974.
SU HERMANA REBECA
Una hermana de Niní, Rebeca, fue una conocida médica psiquiatra que ejerció su profesión en la ciudad de Buenos Aires.
Luisa Rebeca Agusta Gambier de Álvarez de Toledo había nacido en 9 de Julio el 13 de junio de 1915 y murió en Buenos Aires 5 de septiembre de 1990.
Antes de la creación de la Asociación Psicoanalítica Argentina había integrado los primeros grupos psicoanalíticos en el país. En 1946 contribuyó a la creación del primer departamento de psiquiatría psicoanalítica para adolescentes en el Hospicio de las Mercedes, bajo la dirección de Enrique Pichon-Rivière, y sentó las bases fundacionales de la Asociación Psicoanalítica de Uruguay y ayudó a formar a sus miembros.
En 1954 publicó el brillante estudio El Análisis del “asociar”, del “interpretar” y de “Las Palabras”, publicado en “Revista de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina”.
En la Asociación Psicoanalítica Argentina fue secretaria del Comité Ejecutivo (1952-1953), tesorera (1953-1954) y presidente (1956-1957), permaneciendo en la institución hasta 1972.
Rebeca contrajo matrimonio con el embajador Alvarez de Toledo.
EL NACIMIENTO PROFESIONAL
DE LA ARTISTA
Niní Gambier sintió su vocación por al arte dramático siendo niña. Cuando contaba apenas cuatro año integró el cuerpo de baile del Teatro Colón, donde permaneció un breve tiempo, hasta descubrir que su futuro estaba signado por una vocación más fuerte.
En efecto, la actuación le abrió paso tempranamente cuando el español con Antonio Cunill Cabanellas, el primer director del Teatro Nacional de la Comedia que funcionaba en el Teatro Cervantes, la llamó para integrar el elenco de “Locos de verano” de Gregorio de Laferrère, que fue estrenada el 24 de abril de 1936. En efecto, la revista “Caras y Caretas” del 9 de mayo de ese año (página 136) menciona a Niní entre los actores más destacados de esa obra, junto a otros grandes de su tiempo, Iris Marga, Guillermo Battaglia y Eva Franco, entre otros.
Hasta que a mediados de la década del cuarenta realizó una extensa gira por América latina con la compañía encabezada por Paulina Singerman
En teatro fue intérprete, entre otras piezas, de “Barranca abajo” (1982, en el Teatro San Martín de Buenos Aires) “El organito” de Discepolo (1980, en la Sala Casacuberta), “La gripe” de Eugenio Griffero (1980, en Teatro San Martín), “El jardín de los cerezos” de Anton Chejov, “Mustafá” (1977, en la Martín Coronado), “El reñidero” de Sergio De Ceceo (1977-1978, en Teatro San Martín), “Don Juan” de Molière (1977-1978, en Teatro San Martín), “El cántaro roto” de Heinrich von Kleist, “Los silencios de Pedro Vargas» de Ernesto L. Castro, “Vecinos y parientes” (1973, en Teatro San Martín), «Tovarich» (junto a Mirtha Legrand), “La Invitación al castillo”, «La casa de Ula» de Mirko Buchin, “Los soldados”, “Coriolano”, “Las alegres comadres de Windsor” de William Shakespeare (1965, en Teatro San Martín) y “Los enamorados”, entre otras.
Con Darío Vittorí llevó a las tablas varias comedias, no solamente de autores nacionales, sino también extranjeros, en diferentes salas de la ciudad de Buenos Aires.
EN EL CINE
Paralelamente con su carrera teatral, en 1936, también realizó su primer trabajo cinematográfico, participando de “Los muchachos de antes no usaban gomina”. Este film, protagonizado por Florencio Parravicini, Santiago Arrieta, Mecha Ortiz e Irma Córdoba, entre otros, bajo la dirección de Manuel Romero, fue estrenado el 31 de marzo de 1937.
En 1937 protagonizó “La fuga”, dirigida por Luis Saslavsky sobre un guion de Miguel Mileo y Alfredo G. Volpe. Se trataba de una historia romántica entrelazada en una trama policial, en la que se destacan grandes figuras de la época: Santiago Arrieta, Tita Merello y Francisco Petrone.
Poco después participó de “Veinticuatro horas en libertad”, producida por Francisco Canaro, con dirección de Lucas Demare. Esta película fue estrenada el 21 de junio de 1939 en el Cine Renacimiento, aunque sin éxito. Según Héctor Ángel Benedetti, en su artículo “Las películas de Canaro”, “el personaje de Niní Gambier estaba pensado para otra Niní: nada menos que la Marshall”.
Mejor suerte corrió el film “Así es la vida (película de 1939), cuyo elenco integró Niní Gambier.
Con el correr de los años, el celuloide le brindó a esta hija adoptiva de 9 de Julio otras interesantes oportunidades, en los elencos de: “Pájaros sin nido” (estrenada el 13 de noviembre de 1940); “Volver a vivir” (23 de abril de 1941); Fortín Alto (3 de junio de 1941); “Hay que casar a Ernesto” (20 de agosto de 1941); ·Canción de cuna” (3 de septiembre de 1941); “ Los herederos” (18 de junio de 1970); “Sur” de Pino Solanas (5 de marzo de 1988) y “Un muro de silencio”, la última película en la que actuó (10 de junio de 1993).
UN DESNUDO
En 1947 posó un desnudo para la fotógrafa Annemarie Heinrich. Un original en blanco y negro, sobre papel fotográfico brillante con marco perimetral blanco y firma impresa de la fotógrafa, se conserva en el Museo del Cine “Pablo C. Ducrós Hicken”, en Buenos Aires.
Para su tiempo, haber posado para un desnudo fotográfico, fue un acto de gran osadía. “Niní” Gambier, quizá, había heredado de su madre aquella condición extrovertida.
Cuando, muchos años después de la toma de esa fotografía, Annemarie Heinrich, en 1991, lo mostró en la vidriera de su estudio de Callao y Las Heras, se desató un pequeño escándalo.
UN TIEMPO LEJOS DE ARGENTINA
Niní contrajo matrimonio con Pedro Juan Vignale, finísimo poeta y arqueólogo, redactor de la revista argentina de vanguardia “Martín Fierro” y director de la revista “Poesía”; fue también autor de «Galería dispersa», «Alba», «Sentimiento de Germana», «Naufragio y un viaje por tierra», «Canciones para los niños olvidados» y compilador junto a César Tiempo de la primera antología de la llamada generación del 22.
Vignale, apoyado por su amigo, el historiador Ernesto Palacio, con quien había sido co-fundador del Instituto de Investigaciones Históricas «Juan Manuel de Rosas», fue nombrado como Embajador ante el gobierno de Venezuela.
A raíz de una desavenencia de Vignale con Perón, el matrimonio no pudo regresar a Buenos Aires, debiendo permanecer Niní en Caracas hasta después de 1955.
PALABRAS FINALES
En 1996 recibió el Premio “Trinidad Guevara” junto a Roberto Cossa, una distinción otorgada por su trayectoria. Asimismo, en 1994 había recibido el Premio Podestá.
Los actores que pudieron compartir la escena con Niní supieron valorar su talento.
Niní Gambier falleció en Buenos Aires, el 4 de noviembre de 1999. Un día después, a las 10 de la mañana, sus restos fueron sepultados en el cementerio de la Chacarita.
Puede decirse que Niní abre la lista de actores nuevejulienses que se han consagrado en diferentes escenarios y en el cine, tal es el caso de Héctor Pellegrini (fallecido), Cecilia Rossetto, Pablo Picotto, Clara Cardinal, Soledad Andrian y Juliana Yaconis, entre otros.
Desde la distancia en el tiempo, Niní aparece como un estímulo para los actores profesionales o vocacionales nuevejulienses.