El Andino 70, un automóvil nuevejuliense

andino
Luis Varela y sus colaboradores, junto al Andino GT el día de la presentación en 9 de Julio en agosto de 1968.

Historias y curiosidades

Puede decirse que el Andino GT o Andino 70, un verdadero Gran Turismo, concebido para utilizar piezas estándar provistas por la industria nacional, fue un automóvil netamente nuevejuliense.
El Andino tenía carrocería y chasis de diseño propio. Su proyecto comenzó a gestarse a mediados de 1966 y el primer prototipo fue presentado en la ciudad de 9 de Julio.
La carrocería poseía una trompa estilizada y larga extendida sobre el eje delantero. El parabrisas envolvente, contaba con limpia parabrisas de una sola pieza ubicado en el centro. Las ventanillas, curvas en su parte superior avanzaban sobre el techo dando gran luminosidad a un habitáculo equipado con un panel de instrumentos completo ubicado en el centro del tablero. La construcción de la carrocería estuvo a cargo del nuevejuliense Lito Sist quien realizó un habitáculo en acero y cola y trompa en aluminio. Posteriormente para la producción seriada las colas y trompas se realizaron en plástico en el taller que Jorge Cepeda poseía en la localidad bonaerense de Bolívar.
El chasis fue obra de Spina Hermanos, firma de 9 de Julio, quienes construyeron una estructura con travesaño central en acero, reforzado con cuadernas transversales. Su resistencia permitía albergar propulsores de hasta 2 litros de cilindrada, aunque originalmente el Andino estaba equipado con el motor Renault 850 del Gordini.
El resto de los elementos mecánicos, también tenían origen Renault. No hay cifras oficiales, pero se estima que su producción alcanzó las 50 unidades.
CARACTERISTICAS TECNICAS
Fabricación: 1967 – 1970.
Denominación original: Andino GTA.
Carrocería: Sport Sobre Bastidor (P.R.F.V.).
Puertas: 2.
Motor: Ventoux 670-5 (Renault Gordini).
Ciclo: 4 tiempos, árbol de levas lateral, válvulas a la cabeza.
Ubicación: Trasero longitudinal.
Cilindrada (cm3): 845.
Número de cilindros: 4.
Diámetro por carrera (mm): 58 x 80.
Relación de compresión: 8,0:1.
Potencia (CV): 34.
Régimen (r.p.m): 4.200.
Par Motor (mKg): 5,8.
LOS RECUERDOS DEL ING. VARELA
Luis Varela, recuerda en una entrevista realizada para  “Auto Historia”: “Don Roberto Lui me invitó a viajar a 9 de Julio un fin de semana para conocer la concesionaria que tenía en esa ciudad. Me presenta a Lito Sist, el chapista que iba a construir la carrocería que ya tenía experiencia en cupecitas y sabía soldar aluminio”.
“Hice –prosigue el relato de Varela- un armazón con alambre del seis a partir de planos en escala real con todo la forma del auto. Sobre esa estructura aplicábamos unos recortes de papel o cartón para corporizar la carrocería, sacábamos los desarrollos para posteriormente hacer lo mismo con planchas de aluminio. Previamente habíamos contactado a una fábrica de maquinaria agrícola de la zona, Spina Hermanos, para que nos construyeran el chasis aplicando soldadora de punto, una tecnología muy nueva en ese momento. Les dejé los planos y a la semana ya estaba armado. Empezamos en noviembre de 1967, el proyecto en total nos llevó nueve meses”.
El habitáculo del Andino se construyó en chapa y la cola y trompa en aluminio. La idea era construir posteriormente todo el auto en plástico que medía 96 centímetros de altura y pesaba 675 kilos, con una distribución de pesos tal como había sido calculada. Para asegurar el acceso al habitáculo, fueron contruídas las puertas envolventes avanzando mucho sobre el techo. El parabrisas era muy envolvente y tenía una inclinación de 62º. Estaba construido en cristal templado, encargado a Favicur, una empresa cordobesa, que producía parabrisas para ómnibus de larga distancia.
“Teníamos pensado presentar el Andino en una nueva categoría de automovilismo, Gran Turismo Argentino (GTA), donde estarían también las Tulieta de Crespi. Lamentablemente ese proyecto no se concretó, pero nosotros seguimos adelante y el 25 de agosto de 1968 salimos a rodar el Andino por primera vez en 9 de Julio”, recuerda Varela.
El nombre del auto fue propuesto por Rosita, la esposa de Roberto Lui, sugiriendo que si el Alpine de Reunault derivaba de los Alpes europeos, el nuevo auto que se gestaba debía tener un nombre derivado de los Andes, la gran cordillera sudamericana.

LOS RECUERDOS
DE LITO SIST
En una entrevista mantenida con Diario EL 9 DE JULIO, en diciembre de 2007, el recordado Lito Sist explicaba que “la idea de la reforma fue de Varela, que era dibujante».
«Buscaba una marca de autos, la Renault, que le facilitara motor y chasis para poder trabajar sobre eso y modificar. Roberto Lui, que era en ese momento presidente de ASIKA (Asociación Representantes de IKA), le tocó trabajar con Varela, y le gustó la idea. Y después había que buscar al chapista, y me buscaron a mí”, relataba.
Para Lito Sist, Roberto Lui, “era una excelente persona que sabía acompañar cuando había algún problema. Poniéndose a hacer un modelo nuevo así, todos los días aparecen un montón de problemas”.
El trabajo con el Andino fue para Lito “de lo más fácil, por la comodidad que había. Tenía dos empleados, uno se encargaba de la mecánica y el otro de los chasis.
«Fueron dos compañeros que se interesaban por lo que estábamos haciendo, les gustaba, entonces se hace más fácil” reconocía.
El primer prototipo del Andino fue presentado en el Autódromo de la Ciudad de 9 de Julio en febrero de 1967. “Hicimos 12 Andinos” apuntaba Lito.
“Y en ese tiempo, a Varela le hice un Renault Gordini, se lo hice Coupé de 4 puertas. Con ese auto ganó el premio al diseño en la Rural, que se llamaba Expoauto”, afirmaba.
En el mismos entido, Lito explicaba que la idea del Andino “era hacer un Gran Turismo, que no había, faltaba eso”.
Y ese fue el motivo de su éxito, según quien fue uno de sus creadores: “el Andino salió en todas las revistas del país.
«En Automundo, que era una revista importantísima, y también en todos los diarios: La Razón, La Prensa. Y mucha gente, empresas, hasta el mismo Fangio, se prendieron a hacer autos de ese tipo. Pero cuesta mucho” aclaraba.
Haber tenido la oportunidad de hacer la carrocería de un auto que marcó una época lo hacía pensar en que “son momentos de la vida, que hay decisiones que a lo mejor no las toma uno, o que a uno la vida le va marcando, y le llega en su momento para que haga eso. Tiene que ser así, porque lo hice con tanta facilidad… creo que fue el ambiente en que hice el auto” opinaba.
El auto se vendía bien. “Lo hacíamos prácticamente por encargue, porque no dábamos abasto, se podría haber vendido muchísimo, y se podía haber mejorado. El asunto es hacer una base que ya sale bien, después mejorarlo” comentaba.
Pero las políticas, y las monedas cambiaban mucho en ese tiempo. “En un momento las diferencias fueron bárbaras, cambió todo” refería Lito.
“Además, es un auto para gente joven, y no todos los chicos tienen un padre que les va a disponer un montón de plata. Al final, acá vendimos uno solo, a Juan Carlos Russo”, decía.
“Si en 9 de Julio podemos ver un Andino muy bien conservado como está, que anda por la calle, se lo debemos a Marcelo Francisco, que lo compró destruido, y con una paciencia y una inteligencia lo recicló todo, lo hizo nuevo” aseguraba Lito Sist.

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